Si señores, el décimo piso se abre ante mi, una enorme puerta, llena de cadenas y candados con la sigla E. me espera y me incita a su apertura, Yametero será liberado aunque me cueste la vida.
Porque detrás de todo este asunto, que tiene como origen la censura de un medio de comunicación sin precedentes como el nuestro, se encuentra el enigmático E..
Intenté sin éxito quitar las cadenas y candados de la puerta, mi paciencia poco a poco se desvanecía, sabía que tenía que acelerar porque la vida de Yametero dependía de mi última acción...
Aproveche la potencia del Microkaiser, lo puse en 4 segundos, abrí la puerta y le dí al START, los rayos fotónicos se dirigieron a la puerta derritiéndola instantáneamente, fue todo un evento visual la verdad.
Una vez despejado el humo y ante mi sopor, me encontré con el maldecido E., que no era otro que Eliseo Robledo...
Me quedé de piedra, Eliseo se encontraba sentado en el sillón de Yametero, se encontraba sonriente y aprovechó el momento para soltarme el siguiente discurso...
"Hola mequetrefe! jajaja
Me sorprende, pero a la vez me alaga que hayas llegado hasta aquí, siento informarte que has llegado tarde, que el degenerado ese al que vienes a rescatar ya ha pasado a mejor vida y espero que en el infierno lo castiguen eternamente por su actuar en la vida.
No te sorprendas, has hecho bien, lo has intentado todo, pero la vida es así, al final la censura gana.
Muchos podrán criticar mi forma de pensar, pero tienes que entender que la gente necesita un mundo limpio de violencia y sexo gratuito, queremos que nuestras mentes y corazones lleguen al estado de plenitud Zen que solo el buen obrar puede garantizarnos.
Si lo piensas bien, solo los verdaderos Dioses son castos, los pervertidos perecen y no perduran, como tu amiguito Yametero.
Te recomiendo que te vayas por dónde has llegado y que le digas lo mismo a toda la gente que se encuentra afuera del edificio.
¡¡¡¡Vuelvan a sus cloacas de perversión, pudriros en el infierno!!!!
Yamete! News será un periódico en el que dominarán la correcta dicción, la sensatez, la libertad controlada y el buen gusto.
Dí adiós a los días de inmundicia a los que nos han sometido a todos, dí adiós a eso a lo que has venido a proteger".
Acto seguido comenzó a lanzarme agua bendita como si fuera un demonio o algo así, este tipo está más loco que una cabra...
Donovan.